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Mostrando entradas de abril, 2017

¡Prima, nos regalaron un perro!

La familia de mi papá tiene varios amigos que se dedican a criar perros de raza pura. Así tuve a mi Fifí, un samoyedo hermoso y muy latoso; después a Yocasta una golden retriver preciosa. Hace unos meses a mis primos les regalaron un rodesiano al que llamaron Rocky. Cuando lo vimos parecía más un boxer confundido que lo que realmente es. Resulta que es de una raza que proviene de un perro semisalvaje de África, que algunas tribus aborígenes aún usan como apoyo al cazar y para proteger al ganado por las noches. Su caraterística principal es tener en el lomo una línea muy bien definida de pelo crespo más largo que el resto y que atemorizaría hasta al más calmo de los hombres.  ¿Qué temperamento tiene?  Lamentablemente en México no hay forma de regular con firmeza las cruzas, así que mis primos recibieron como obsequio al hijo del descuido... es mitad rottweiler y mitad rodesiano. Tienen un monstruo de pelo crespo, que no ladra antes de atacar, super fuerte y con cara de &q

Un perrito que se parece a Helga... ¡¿Nos quedamos sin perro?!

Cuando decides adoptar a un perro de la calle, no es por una situación fortuita. Es decir, debe producirse empatía. Esta condición es la que nos permite ponernos en los zapatos de otros, cuando se trata de los perros, pensamos en su seguridad, en su salud o en su triste situación de desgracia callejera. Helga no es un perro resentido, por el contrario se acercaba a los vecinos dando la pata, consiguiendo así comida. No estaba desnutrida ni deshidratada. Pero vivía en la calle. Llevaba tres semanas merodeando el edificio cuando decidimos resguardarla. Las lluvias van a comenzar en cualquier momento, además no babea y me ha caído muy bien. La primera semana nos entusiasmamos tanto que no buscamos información de cómo rescatar a un perro de la calle. ¡Vaya cosa!, justo caímos en la cuenta de que debíamos ser decentes y buscar a su familia al final de la segunda semana y ya la llevábamos a clases. El remordimiento acabó conmigo y con Javier. Estábamos tan felices de que nos avisara cu

Entrenamiento canino...

Ya tenemos perro en casa... la realidad es que es muy demandante y necesitamos que tenga un buen comportamiento con nosotros y sobre todo cuando no estamos pues no tenemos patio y lo mejor es que pueda estar en la sala y la pequeña zotehuela* conviviendo con Lyra, nuestro gato. En la primera semana estábamos tan decididos a hacer de esta perrita una buena mascota que tomamos la resolución de llevarla a clases. Encontramos varios lugares de todo tipo y presupuestos. Descubrimos, por ejemplo que existe un rancho en el bosque que los recibe hasta por un mes, por puro recreo o bien para entrenarlos. Creo que para aquellos que no tenemos hijos (y dudamos aún de tenerlos) seguramente resulta como un campamento de lujo para los niños en verano. Sin embargo somos fans de César Millán y vimos en su entrenamiento sin castigo y sin premios los rasgos que queríamos para entrenar a nuestra nueva inquilina. Resulta que en Puebla** hay varias opciones, desde las clases en el centro comercial espe

Adoptar en domingo

Helga llevaba unas tres semanas merodeando el edificio y no me pude resistir. Javier le daba croquetas de vez en cuando y yo comenzaba a imaginar lo bien que nos haría tener un perro en casa. Ciertamente cuando eres niño, un perro está al cuidado de tus padres aunque ellos insistan en que es tuyo (mis perros siempre terminaban obedeciendo más a mi papá o mi abuelo que a mí). La idea de salir a pasear a diario me gustaba, me sigue gustando aunque es la que más me preocupa y me siento culpable cuando Javier sale solo con Helga. Era domingo y yo sólo pensaba en lo bien que podría ser tener un perro en casa. Así que le dije a Javier que si quería la adoptaríamos. Como tenemos a Lyra (un gato de casi tres años), le dije que tendríamos que bañarla y llevarla a vacunar. Él se entusiasmó pero puso como condición que Helga demostrara su interés en nosotros. Así que salimos con rumbo a las veterinarias más cercanas a la casa. Nos siguió a buen paso. Tuvimos que evadir a los perros feroces